La ex Primera dama estadounidense Michelle Obama obtuvo el miércoles una nominación para los Grammy, una de las curiosidades que dejó el anuncio de los candidatos para la 62 edición de los premios más importantes de la música. Obama optará al gramófono dorado a mejor disco de “spoken word” por la versión en audio de su exitoso libro de memorias Becoming. SinEmbargo presenta aquí una nota que Michelle escribió para el producto basado en su libro: Mi historia: Un diario para descubrir tu voz.
Ciudad de México, 23 de noviembre (SinEmbargo).– Protagonista de una vida plena y exitosa, Michelle Obama se ha convertido en una de las mujeres más icónicas y cautivadoras de nuestra era. Como primera dama de Estados Unidos de América y primera afroamericana en desempeñar esta función, Michelle Obama contribuyó a que la Casa Blanca alcanzara sus mayores cuotas de apertura e inclusión de la historia, erigiéndose también en destacada defensora de las mujeres y las niñas en Estados Unidos y en el resto del mundo, introduciendo cambios drásticos encaminados a promover una vida saludable y activa entre las familias y acompañando a su esposo cuando el país atravesaba algunos de los momentos más desgarradores de su historia.
En sus memorias, profundamente reflexivas y cautivadoras, Michelle Obama invita al lector a entrar en su mundo, relatando una tras otra las experiencias que han forjado su carácter, desde su infancia en la zona sur de Chicago hasta los años en que fue inquilina de la residencia más famosa del mundo, pasando por su etapa como alta directiva durante la que tuvo que compaginar la maternidad con su vida profesional.
Ahora los lectores pueden escribir su propia historia en el libro que a continuación se presenta: Mi historia: Un diario para descubrir tu voz.
“Considera este diario un compañero de viaje para forjar tu propia historia. Basado en las exitosas memorias de Michelle Obama, el libro incluye preguntas que invitan a la reflexión, así como apuntes para ayudarte a descubrir, y redescubrir, la única cosa que siempre será auténtica y exclusiva: tu historia. Gracias a él, tendrás la oportunidad no solo de emocionarte recordando las experiencias que te han llevado a ser quien eres, sino también de reunir fuerzas para seguir avanzando”, señala Penguin Random House.
A continuación, SinEmbargo comparte, en exclusiva para sus lectores, un fragmento de Mi historia: Un diario para descubrir tu voz. Cortesía otorgada bajo el permiso de Penguin Random House.
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*El fragmento fue escrito por Michelle Obama.
Después de que se publicaran mis memorias, muchas personas, tanto desconocidos como amigos o familiares, tuvieron la misma reacción: «No puedo creer que recuerdes tantas cosas». Es un comentario que suele hacer que se me escape un poco la risa, porque, cuando pienso en el proceso de echar la vista atrás para escribir mis memorias, de lo que más me acuerdo es de la sensación de intentar capturar recuerdos casi inalcanzables. ¿Cómo se llamaba esa chica? ¿Tomé esa decisión antes o después de aquella conversación con Barack? ¿En qué estado se celebró aquel acto de campaña?
Después de que se publicaran mis memorias, muchas personas, tanto desconocidos como amigos o familiares, tuvieron la misma reacción: «No puedo creer que recuerdes tantas cosas». Es un comentario que suele hacer que se me escape un poco la risa, porque, cuando pienso en el proceso de echar la vista atrás para escribir mis memorias, de lo que más me acuerdo es de la sensación de intentar capturar recuerdos casi inalcanzables. ¿Cómo se llamaba esa chica? ¿Tomé esa decisión antes o después de aquella conversación con Barack? ¿En qué estado se celebró aquel acto de campaña?
La experiencia hizo que me preguntara: «¿Por qué no escribí en el diario más a menudo?». La respuesta, como les ocurrirá a tantos de ustedes —estoy segura—, es que simplemente no tuve tiempo. Cambié de carrera. Me casé. Tuve hijas. En algún momento —quién sabe cómo ocurrió—, acabé vestida de gala en la Casa Blanca.
Si echo la vista atrás, me gustaría haber dedicado más tiempo a plasmar por escrito lo que pensaba y sentía. No escribí el diario porque me disuadí a mí misma de hacerlo: mantener un diario puede resultar un poco intimidatorio y cargado de trascendencia; la idea es que, una vez que pones el lápiz sobre el papel, tus pensamientos adquieren mayor peso y significado.
Pero ahora me doy cuenta de que la cosa es mucho más sencilla: no tenemos por qué recordarlo todo, pero todo lo que recordamos es valioso.
No tienes que escribir en verso o esperar a sentir una maravillosa epifanía. No hay por qué usar el diario todos los días, y desde luego tampoco necesitas sentir que tienes algo importante que decir. Puedes escribir sobre algo tan banal como el sonido que hace un raspador sobre el parabrisas en una mañana gélida en Chicago; el olor a detergente con aroma de pino que perdura en la casa después de la limpieza de primavera; el trayecto a casa desde el aeropuerto en el coche de tu madre; o incluso tu lista de tareas para el día siguiente. Una de mis entradas favoritas relataba una noche de lo más insignificante en un restaurante del barrio donde un anciano eligió la música perfecta en una máquina de discos.
Solo recuerda que todo importa: los sonidos y los olores, las risas y las penas; porque, al final, todo forma parte de tu historia. Espero que uses este diario para plasmar tus experiencias, pensamientos y sentimientos, con todas sus imperfecciones y sin juzgarte. No se trata de endulzar tus experiencias, de anotar algo distinto de lo que realmente sientes o de intentar convencerte de que el resultado es perfecto. Porque lo hermoso de la vida es que una experiencia que tengas hoy puede parecerte del todo diferente al cabo de unos meses, años o décadas. Quizá, cuando vuelvas a leer estas páginas, reconozcas partes tuyas que hoy ni siquiera eres capaz de ver, lo cual es particularmente cierto para quienes todavía se encuentran en las primeras etapas de su viaje por la vida, cuando las alegrías y las penas pueden parecer demasiado recientes, demasiado frescas. Escribir es una manera de procesar, de entender, de crecer y, también, de recordar.
Quizá lo más fundamental de tu historia sea ver este conjunto de textos que vas a redactar y aceptarlos como lo que son: tuyos.
Con cariño,